“Para nosotros recibir una persona de Reinventarse no es recibir mano de obra, para mi es contar con una persona y ver cómo la podemos ayudar, no sólo a nivel profesional, sino que también a nivel social y sicológico y que se sienta útil para la sociedad”.
Con estas palabras, Abraham Chávez, gerente general de Chaba Limitada, describe lo que ha significado para su empresa prestar apoyo con el programa de pasantías de la Fundación Reinventarse, institución creada en 2013 por el Grupo Komatsu Cummins para apoyar la reinserción laboral de jóvenes transgresores de la ley.
Y el mejor ejemplo es que desde hace cuatro meses, esta firma que se dedica a rubros que van desde la ingeniería hasta obras menores, cuenta entre sus filas con dos jóvenes. Uno de ellos realiza su pasantía en el área de soldaduras y otro, fue contratado directamente como empleado en una papelera en la comuna de San Bernardo, también vinculada a Chaba.
“Nuestro propósito no es que tengamos 40, 50 o 100 personas. El propósito es que tengamos éxito en su reinserción porque sabemos que es un proceso muy largo” afirma Abraham Chávez, quien cuenta que conoció Reinventarse a mediados del año pasado, por un encargo de trabajo.
Además de abrir espacios de inserción, la firma apoyará un mejoramiento de la capacitación de los jóvenes, con apoyo del gerente de Producción, Claudio Carrasco, quien ejerció como profesor de soldadura en Indura, y que trabaja desde septiembre, para replicar esa metodología de enseñanza en el taller de la Fundación.
Para Paola Lisboa, Directora de Programas de Fundación Reinventarse, casos como el de Chaba son dignos de destacarse, porque si bien hay otras empresas privadas que ofrecen cupos para hacer este tipo de pasantías, el grado de involucramiento alcanzado acá es muy importante.
“Aparte de brindar un espacio laboral, han brindado un espacio seguro, permitiendo que nuestros jóvenes puedan desplegar sus habilidades, comprendiendo que están en un proceso de rehabilitación, convirtiéndose en figuras de apoyo y acompañamiento”, destacó.

“Chaba es como mi segunda familia”
Jorge tiene 18 años, vive en San Ramón, y pese a que su vida que ha sido marcada por la dureza, lucha por salir adelante. En ese sentido, como asegura él, encontrarse con Reinventarse y conseguir una oportunidad laboral “fue como si se me abrieran las puertas del cielo”.
Recuerda que cuando llegó a Chaba, su gerente general, Abraham Chávez, “me miró a los ojos y me dijo: yo en ti veo algo bueno”. De la mano de esa confianza, y con el acompañamiento profesional de Reinventarse, inició su pasantía en julio.
“Para mi Chaba es como mi segunda familia, no por el trabajo y la oportunidad de aprender, sino por el apoyo que me dan. Ellos se preocupan de todo, de si llego, de cómo está mi ánimo, incluso si he tomado desayuno o no”.
“Esta es una gran oportunidad” asegura Jorge, un joven con una madurez poco habitual para su edad y cuya aspiración es formar un hogar, ser padre y aportar. Por eso afirma que este proceso “es súper importante para mí, porque yo veo lo que me ayudan y me digo: cómo les voy a fallar”.